Para garantizar salud, seguridad y máxima productividad de las personas al interior de las oficinas, estas tienes que tener una correcta temperatura y humedad además de una elevada calidad del aire. En estos edificios las cargas térmicas dependen de muchos factores: la multitud, la diferentes exposiciones de las fachas del edificio a los rayos del sol, las condiciones climáticas del exterior y también al número de dispositivos electrónicos presentes.



