Elegir el sistema de climatización más adecuado para tu ambiente es muy importante para lograr el máximo confort residencial.

 

Elegir el sistema de climatización más adecuado a las características de un determinado ambiente es una tarea muy importante para el diseñador, que debe tener en cuenta muchos factores sin perder nunca de vista el objetivo principal: lograr el confort habitacional. Y esto es así porque, aunque es cierto que el ahorro energético desempeña un papel fundamental en la fase de elección, más importante es aún garantizar el bienestar psicofísico de las personas que viven o trabajan en un entorno determinado.

Pero, ¿de qué depende exactamente el confort habitacional? De una mezcla perfecta de variables subjetivas y ambientales. Las primeras se refieren a características típicas de cada persona, como, por ejemplo, el metabolismo, la ropa utilizada y la actividad que desarrollan en el ambiente. Las segundas son, en cambio, parámetros objetivos y se refieren a la temperatura del aire y de la humedad relativa , pero también a la pureza del aire y su velocidad. No es casualidad que cuando hablamos de sistemas de climatización no referimos no solo a los sistemas de calefacción y refrigeración, sino también a los de ventilación mecánica controlada , que garantizan una renovación constante de aire en los ambientes.

Diseñar de un sistema de aire acondicionado: las principales fases

Son varias las evaluaciones que el diseñador debe realizar antes de proceder con la elección del sistema de climatización ideal para un ambiente en particular. 
En primer lugar, es fundamental analizar el tipo de ambiente de consumo, pues dependiendo de si se trata de una vivienda unifamiliar, una oficina o un gran edificio comercial, se exigirán ciertos requisitos al sistema. Posteriormente, es necesario realizar el análisis del clima en el que se realizará la instalación y conocer los datos del edificio, como, por ejemplo, su altura, el número de ventanas y la regularidad de la planta. 

Solo después de esta primera fase previa se podrá proceder al cálculo de las necesidades energéticas del edificio, que representa el punto de partida para determinar el dimensionamiento del sistema de climatización. Por demanda energética entendemos la energía necesaria para mantener tanto la temperatura como la humedad del aire en condiciones óptimas. Posteriormente, habrá que definir de la mejor manera posible la cantidad de aire necesaria para una correcta renovación.

Una vez realizadas estas comprobaciones, será posible elegir el sistema de climatización más adecuado, entre los muchos tipos disponibles en el mercado, y proceder a la elección de los distintos componentes que caracterizan el sistema.

La importancia del dimensionamiento y los diferentes tipos de sistemas

El correcto dimensionamiento del sistema de climatización es un elemento clave del diseño, ya que un error en el dimensionamiento de todo el sistema pero también de un solo componente podría comprometer su funcionamiento y causar daños importantes. Esta operación tiene la función de calcular, sobre la base de las evaluaciones indicadas anteriormente, la potencia necesaria para que el sistema funcione de la mejor manera y garantice el mejor confort habitacional en el interior del edificio.

Existen numerosas posibilidades en el mercado por lo que respecta a sistemas de climatización, que difieren principalmente en función del fluido de termovector utilizado para llevar la energía térmica o frigorífica producida por un generador (por ejemplo, bomba de calor, caldera, chiller) a los llamados  terminales de distribución (por ejemplo, ventiloconvectores, radiadores, sistemas radiantes).

Por tanto, el diseñador podrá elegir entre los sistemas basados en agua, que encuentran su máximo exponente en el sistema hidrónico, los sistemas que utilizan un fluido refrigerante, como, por ejemplo, los sistemas de caudal variable de refrigerante denominados VRF (Variable Refrigerant Flow) y los que utilicen únicamente el aire producido por la Unidad de Tratamiento del Aire (UTA).

Los sistemas de agua: la evolución del sistema hidrónico según Clivet

Diseñar un sistema hidrónico tiene indudables ventajas, tanto por lo que respecta a la reducción de los consumos (el sistema funciona a bajas temperaturas ndr) como por lo que se refiere a la sostenibilidad medioambiental (el fluido termoconvector es el agua y, por tanto, es 100% ecológico). En comparación con un sistema de expansión directa o con caldera, presenta, sin embargo, tiempos de puesta en marcha más largos, así como un mayor coste debido a la instalación de tuberías con caudales muy altos para alimentar todas las unidades terminales.

Para respaldar el diseño del sistema y facilitar aún más su instalación, Clivet ha preparado una variante más avanzada del sistema hidrónico. Respecto de la versión tradicional, que para la renovación requiere una serie de unidades de tratamiento del aire alimentadas por uno o más enfriadores (chiller), el sistema hidrónico avanzado de Clivet confía la renovación del aire a la unidad independiente basada 100% en el aire exterior con recuperador termodinámico activo ZEPHIR3. ¿Cuál fue el resultado? Se simplifica el sistema y se reducen los costes de realización, dado que las centrales termo-frigoríficas deberán dimensionarse únicamente para satisfacer la carga térmica del edificio y no la renovación del aire.

Los sistemas de aire: la solución Clivet Packaged y Rooftop

Entre las soluciones rápidas de instalar, versátiles y, sobre todo, económicas para la climatización y el tratamiento del aire dentro de pequeños y grandes edificios comerciales, no se puede dejar de mencionar el sistema Packaged de Clivet.

Este tipo de sistema se caracteriza por una serie de unidades monobloque que producen la energía calorífica y frigorífica necesaria para climatizar un ambiente sólo cuando y donde se necesita, a través de un sistema de distribución formado por conductos y terminales de difusión. Por lo tanto, cada área servida es independiente de las demás, para obtener el mejor confort habitacional incluso en ambientes con diferentes necesidades de renovación del aire.

El sistema Packaged de Clivet incluye una amplia gama de unidades , de media o alta aglomeración y que funcionan al 100% con aire exterior (laboratorios químicos, cocinas comerciales, morgues, etc.), con potencias que oscilan entre los 13 y los 376 kW y caudales de aire que van de los 600 a los 16.700 l/s. Y no solo eso: el sistema se puede extender y ampliar a lo largo del tiempo, ya que las diferentes unidades monobloque son independientes entre sí.