En la actualidad, se habla de muchos métodos para calentar su casa. ¿Conoce las diferencias y las ventajas de cada sistema?

Si en un pasado reciente los radiadores eran el único instrumento para calentar la casa, la evolución tecnológica y de las instalaciones actuales ha traído consigo una serie de nuevos sistemas para combatir el frío invernal y obtener un confort óptimo en la vivienda.

Y, por supuesto, cada una de las distintas soluciones difiere en peculiaridades técnicas y beneficios, aunque todas están orientadas al ahorro energético y la consiguiente reducción de los costes en la factura.

 

Sistemas de instalaciones radiantes para la calefacción

En las construcciones nuevas, pero también para las reformas, los sistemas de calefacción por suelo radiante pueden considerarse la solución más utilizada y son una alternativa viable a los radiadores clásicos. Pero, ¿cómo funcionan estas instalaciones y cuáles son sus beneficios principales? A diferencia de los radiadores, que por su forma ocupan espacio dentro de la casa, el sistema radiante es prácticamente invisible
Su funcionamiento es posible gracias a un serpentín de tubería, colocado bajo el suelo, por el que circula agua a una temperatura que suele oscilar entre 30 y 40 °C. Una vez calentado el suelo, el calor se transmite por radiación a las distintas habitaciones, lo que garantiza un bienestar habitacional inigualable. Esta solución, que también puede diseñarse para su instalación en las paredes o en los techos, ofrece una gran fiabilidad y duración a lo largo del tiempo. Además, gracias a la temperatura más baja (para que los radiadores funcionen correctamente se requiere una temperatura superior a 60 °C), el ahorro energético está asegurado
Un ahorro que aumenta de forma sustancial si este sistema se combina con una bomba de calor, que usa energía renovable y gratuita (aire exterior, agua freática o calor del suelo), en comparación con una caldera de condensación que usa combustibles fósiles.

Fancoils y ventiloconvectores

Aunque los sistemas radiantes han entrado con fuerza en las casas de los italianos y son muy pocos quienes no conocen su existencia, todavía existe mucha confusión cuando se habla de fancoils y ventiloconvectores. Muchos piensan que se trata de dos soluciones diferentes, pero no es así. De hecho, «fan coil» no es más que el término en inglés para definir a los ventiloconvectores. Pero, ¿de qué se trata específicamente? ¿Son más parecidos a los calentadores o, por su modo de funcionamiento, se parecen más la calefacción radiante?

Desde un punto de vista estético, los fan coils pueden asemejarse a los radiadores clásicos, ya que disponen de un terminal que puede colocarse en la pared o en el suelo. Hay dos diferencias fundamentales con respecto a los radiadores: los ventiloconvectores liberan aire directamente en el ambiente y pueden usarse no solamente para calentar, sino también para enfriar.

Su funcionamiento es realmente muy simple. Primero que nada, los fan coils aspiran el aire presente en el ambiente a través de un ventilador y, luego, lo llevan a la temperatura deseada mediante un intercambiador de calor conectado a la caldera de condensación o a la bomba de calor. Una vez calentado o enfriado, el aire puede volver a introducirse en las distintas habitaciones de la casa. 

Por supuesto, como todas las soluciones de climatización, incluso los ventiloconvectores tienen pros y contras. Entre las ventajas, es imposible no mencionar el bajo consumo de funcionamiento, que acerca este tipo de instalación a los sistemas radiantes. De hecho, en modo de calefacción, es suficiente una temperatura de impulsión de 45-50 °C frente a los 60-70 °C de los radiadores, lo que permite que los fan coils se adapten perfectamente a los generadores de calor de baja temperatura (bomba de calor) y a una instalación solar térmica. La segunda ventaja es la facilidad de uso, ya que los modelos más recientes incorporan numerosos programas de ventilación y temporizadores de encendido y apagado.

¿Y qué decir del bienestar que se deriva de la posibilidad de obtener una temperatura uniforme en todos los ambientes? Para alcanzar este objetivo, basta con elegir el producto que mejor se adapte a sus necesidades. Por ejemplo, para una habitación muy grande, es aconsejable instalar un fan coil en el centro del techo, mientras que para habitaciones de dimensiones más pequeñas puede funcionar bien una solución de pared.

La desventaja principal de los ventiloconvectores son los significativos costes de instalación, que, sin embargo, se amortizan con una reducción del consumo de alrededor del 30% con respecto a los radiadores. Además, hay otros factores, como el ruido emitido, el movimiento del polvo y el consumo de electricidad.

 

¿Y la bomba de calor?


Las bombas de calor no son una alternativa a los fan coils o a los sistemas radiantes de calefacción y enfriamiento, sino que son el generador que permite su funcionamiento. Un generador que se diferencia de la clásica caldera debido a su peculiaridad de funcionar a baja temperatura (por este motivo no se recomienda combinarlo con los clásicos radiadores) y, sobre todo, por el uso de fuentes de energía renovables. Si los ventiloconvectores aseguran un ahorro económico incluso cuando se combinan con una caldera, que para funcionar tiene que recurrir a combustibles fósiles como el gas y el GLP, la integración con una bomba de calor los hace aún más ventajosos.

Bombas de calor para todas las necesidades

Ya sean híbridas, es decir, combinadas con una caldera, o Full Electric, las bombas de calor diseñadas por Clivet son la solución ideal para combinar con ventiloconvectores (así como con instalaciones radiantes de suelo, pared y techo). 
La empresa ofrece dos tipos principales de soluciones, tanto para propietarios de casas particulares como para apartamentos y edificios comerciales o industriales: 

  • las bombas de calor divididas, como la propia palabra indica, requieren una separación entre la unidad interior y la exterior, lo que garantiza una optimización de los espacios; 
  • las bombas de calor monobloque integran las dos unidades en un único producto, alcanzando altos niveles de confort y un importante ahorro en la primera inversión.