DESCENTRALIZACIÓN EN LA TRANSFERENCIA DE ENERGÍA
La energía térmica o frigorífica para la climatización se produce de forma local en cada una de las zonas de uso. De este modo, se eliminan los despilfarros ocasionados por la transferencia de la energía desde el generador hasta las zonas de uso y aumenta la fiabilidad global, ya que una posible avería en una unidad no afecta al resto.
REDUCCIÓN DE LA INVERSIÓN INICIAL
El inversor puede transferir parte de los costes iniciales de ingeniería a los propios usuarios, realizando únicamente la instalación común. La contabilización energética es inmediata y es asignada a los usuarios. Las unidades monobloque no requieren operaciones complejas durante las obras, con lo que se reducen los tiempos de montaje y comprobación.
AMPLIABLE EN EL FUTURO
El número de unidades que se pueden conectar es prácticamente ilimitado, lo que permite una futura ampliación de la instalación. Además, no hay ningún límite establecido para la longitud de los tubos, que tampoco requieren aislamiento, pueden ser de plástico, y por encima de todo, contienen agua a una temperatura neutra en lugar de refrigerante. Esto permite reducir los costes de las inspecciones obligatorias p revistas en la normativa europea FGas para limitar las fugas de refrigerante, que ya se aplica de forma masiva en los países del norte de Europa. La alta eficiencia del sistema también permite reducir el impacto ambiental y el efecto invernadero.
GAMA DE PRODUCTOS EFICIENTE Y COMPLETA
Una gama con potencias de entre 1 y 350 kW, específica para cada aplicación, garantiza una elevada eficiencia energética, con un COP que llega a 5,9. Más de 300 aplicaciones en galerías comerciales, centros de negocios, hoteles y edificios públicos han demostrado la capacidad de los sistemas WLHP para reducir los consumos estacionales hasta en un 50%.