Los numerosos servicios ofrecidos presentaban perfiles de uso y cargas diferentes, y, por lo tanto, diferentes necesidades de climatización.

Las habitaciones se caracterizan por mantener una tasa de ocupación media bastante estable, a diferencia de las suites y el centro de conferencias, cuyo uso es más discontinuo en el tiempo.

Naturalmente, entre las exigencias comunes se encontraba el mantenimiento de un nivel de confort acorde con el prestigio del edificio y la integración de las instalaciones en su innovadora arquitectura, además de limitar las emisiones sonoras tanto interiores como exteriores.

Otro objetivo no negociable del cliente era la optimización de los costes de ejecución y de gestión para una estructura tan ambiciosa y visible.

En los primeros estudios técnicos, se detectó la presencia de un canal subterráneo de agua dulce, que en el pasado se había utilizado en las plantas industriales de la zona y que ahora ya no tenía ningún uso.

Los diseñadores del Estudio T.I. desarrollaron sistemas especializados para cada una de las zonas en función de sus necesidades específicas.

La moderada variabilidad de la carga del hotel requirió la instalación de un sistema mixto, de tipo hidrónico centralizado, con dos tubos de aire primario y ventiloconvectores en cada uno de los espacios. Para las suites y el centro de conferencias, caracterizados por una ocupación discontinua, el sistema está descentralizado y es de tipo anillo, con bombas de calor autónomas de tipo agua-agua y agua-aire.

En el sistema hidrónico del hotel, la producción de energía frigorífica se consigue mediante el uso de compresores de tornillo y un control continuo de la capacidad. La distribución del aire en las habitaciones se realiza mediante ventiloconvectores ocultos, con un difusor de suministro y retorno integrado. El funcionamiento silencioso solicitado por el cliente se consigue gracias al innovador ventilador tangencial con control electrónico.

El sistema de circuito que da servicio a las suites y al centro de conferencias tiene como fuente de energía el canal de agua subterráneo, que utiliza intercambiadores de placas que permiten su inspección y que se encuentran ubicados en el cuarto de control de suministros.

Este circuito alimenta varios tipos de bombas de calor autónomas, instaladas en los espacios donde llevan a cabo su función, dependiendo del uso específico.

Cada suite cuenta con una unidad agua-agua, oculta en un cuarto de suministros ubicado en el pasillo, que permite alimentar las unidades terminales hidrónicas de dos tubos en los diferentes espacios donde desarrollan su función.

Los espacios de mayores dimensiones, como los restaurantes y las salas del centro de conferencias, se climatizan mediante el uso de bombas de calor agua-aire de tipo rooftop y alta eficiencia.

Se trata de unidades con control automático concebidas para la climatización de espacios con una afluencia elevada de personas, lo que permite gestionar la importante renovación de aire prevista de forma higiénica y conforme a las normas establecidas. También permiten realizar la recuperación energética del aire expulsado a través de un innovador circuito con bomba de calor.

La especialización de los diferentes sistemas ha permitido reducir los costes instalación y funcionamiento, así como simplificar la gestión y maximizar el confort.

La fuente especial utilizada para el circuito ha permitido mantener sin cambios la estética del sistema y ha reducido significativamente el impacto ambiental. Además, el agua utilizada como fuente de energía regresa a la cuba a través de una fuente de fantasía que la oxigena y permite su retorno a la cuba.

El uso de bombas de calor en todas las estancias de uso discontinuo permite activar las unidades únicamente si se están utilizando, con lo que se mejoran los tiempos de espera y costes de un sistema de tipo de tradicional.