Condiciones iniciales
La tienda del Joué Club de Labège, de 821 m², tenía un sistema de aire acondicionado anticuado y que funcionaba mal. Las temperaturas interiores eran extremadamente bajas, no superando los 15 °C en invierno, lo que hacía que las condiciones de trabajo fueran desagradables para los empleados y la experiencia de los clientes insatisfactoria. El sistema existente había llegado al final de su vida útil y ya no podía garantizar un confort térmico óptimo.