El Código Ético de GVM Care & Research obliga a sus operadores a favorecer el bienestar total de cada uno de sus pacientes. Por lo tanto, es normal que el confort ambiental y la calidad del aire hayan tenido un papel determinando la hora de restructurar totalmente las instalaciones que dan servicio a los diferentes espacios de hospitalización, una inversión necesaria en una infraestructura de prestigio con casi cincuenta años de historia.

Al tratarse de un edificio existente, los nuevos equipos de climatización y renovación del aire debían tener un carácter poco invasivo.

En especial, era necesario que los trabajos se realizasen sin interrumpir las actividades sanitarias y los servicios auxiliares, y sin que causaran molestias a los pacientes.

Por este motivo, tanto el cliente como los especialistas plantearon la opción de intervenir de forma gradual, actuando uno por uno en cada uno de los niveles de los que se compone la estructura.

La elección de la instalación también debía respetar otras exigencias de obligado cumplimiento, empezando por el respeto a las estrictas normas higiénicas vigentes en el ámbito hospitalario.

La capacidad para garantizar un funcionamiento ininterrumpido también iba a ser un factor fundamental a la hora de tomar una decisión.

También fue necesario valorar con especial atención los aspectos financieros, tanto en lo relativo a la inversión económica inicial como, especialmente, a los costes de gestión, fundamentales en el presupuesto de una infraestructura que se debe mantener operativa las 24 horas del día.

Para la climatización con ciclo anual de las diferentes salas de hospitalización, se seleccionó un sistema de tipo hidrónico.

Los elementos terminales están compuestos por vigas frías de inducción de tipo activo, adecuadas para esta aplicación específica, ya que no cuentan con filtros de aire ni dispositivos donde se pueda acumular la condensación.

El aire primario que alimenta las vigas frías proviene de dos sistemas Clivet ZEPHIR2, con control del suministro de punto fijo, con un ajuste a 20 °C en invierno y a 21 °C con una humedad específica de 11 g/kg en verano. La recuperación termodinámica activa con bomba de calor reversible se mantiene en funcionamiento todo el año con la carga del aire de renovación y en modo de refrigeración también reduce las cargas latentes internas, con tres grados de regulación de la capacidad.

Ambos sistemas cuentan con el intercambiador hidrónico Extrapower, que está conectado a la red existente de distribución de agua caliente o refrigerada. Controla de forma precisa la temperatura de suministro en modo de calentamiento y puede aumentar posteriormente la deshumidificación en verano si las condiciones son especialmente extremas.

El control preciso de la temperatura de suministro en modo de refrigeración se realiza mediante la función de postcalefacción moduladora con recuperación de gas caliente.

El aire de renovación se purifica en los filtros electrónicos integrados de muy alta eficacia, que permiten el filtrado de nanopartículas, PM10, bacterias y pólenes.

Las canalizaciones de suministro y retorno del aire de los dos sistemas cuentan con amortiguadores de derivación de accionamiento manual, con lo que se garantiza el suministro de aire primario a todas las vigas frías incluso en el caso de que uno de los dos sistemas deje de funcionar.

Las soluciones adoptadas, en especial la elevada capacidad de deshumidificación y la filtración electrónica, han mejorado significativamente la calidad del aire en las diferentes salas de hospitalización, tal como han indicado tanto los usuarios como los operadores.

La instalación ha demostrado su capacidad para funcionar de forma ininterrumpida, incluso con condiciones climáticas especialmente adversas, con temperaturas exteriores de entre -15 °C y +40 °C.

El desarrollo progresivo de los trabajos por zonas en ningún momento ha interrumpido los servicios sanitarios. Los dos sistemas de aire primario se adquirieron e instalaron con una separación en el tiempo de un año, lo que también permitió espaciar la inversión. Los caudales de aire se han ido ajustando cada cierto tiempo en función de las necesidades específicas hasta alcanzar el equilibrio actual definitivo.

La elección de sistemas autónomos para el aire primario ha permitido mantener los mismos tipos de líquidos calientes y fríos existentes, reduciendo al mínimo su uso. Tampoco ha sido necesario invertir en una nueva central térmica y frigorífica.

Además, las intervenciones en los techos han sido mínimas, gracias al reducido tamaño de los sistemas y a la presencia de tan solo dos tubos para los líquidos.

La elevada eficiencia energética y esta experiencia positiva han llevado a GVM Care & Research a volver a elegir a Clivet para aumentar la eficacia de la central frigorífica, donde uno de los refrigeradores existentes se ha sustituido por un grupo SPINchiller2 con tecnología Scroll modular con más de 500 kW de capacidad.